D’autres détails ajoutés dans le récit sont d’un effet un peu frivole si l’on veut, mais excellent :
La conclusion par le mariage, exposée en une seule période, avec accumulation de motifs[3], est suggérée par la forme de l’original ; mais l’habileté du style de Corneille y triomphe d’une manière incomparable.
Citons enfin quelques passages du texte, dont on trouvera dans les vers français la traduction suffisamment fidèle :
Ella turbada, animosa
(mujer alfin), á empellones
mi casi difunto cuerpo
detrás de su lecho esconde.
Llegó don Pedro, y su hija
fingiendo gusto, abrazóle,
por negarle el rostro, en tanto
que cobraba sus colores.
Asentáronse los dos,
y él con prudentes razones
le propuso un casamiento
con uno de los Monroyes.
Ella honesta como cauta,
de tal suerte le responde
que ni á su padre resista,
ni á mi, que la escucho, enoje.
Despidiéronse con esto ;
y cuando ya casi pone
en el umbral de la puerta
el viejo los piés, entónces…
Mal haya, amén, el primero
que fué inventor de relojes !
Uno, que llevaba yo,
á dar comenzó las doce.
Oyólo don Pedro, y vuelto
hácia su hija : De donde
vino este reloj ? le dijo.
Ella respondió : Envióle,
para que se le aderecen,
mi primo, don Diego Ponce,
por no haber en su lugar
- ↑ Acte II, scène v, vers 618 et 619.
- ↑ Ibidem, vers 638.
- ↑ Ibidem, vers 665-674.